lunes, 29 de noviembre de 2010

Estornúribus malum malum (Bestiario II)

Se le salían los ojos.

La cabeza le pesaba tanto que al andar la arrastraba contra el suelo. En vez de lengua tenía un estropajo. Entre los dolores que sufría figuraban, en el top 10, artritis en las manos y las rodillas, un pinzamiento de espalda, un escozor de ojos muy desagradable, calambres en el estómago después de cada comida, la continua jaqueca, y alguno más que era incapaz de enumerar si no lo sentía en ese momento.

Así es como se sentía cada vez que tenía un constipado: un monstruo que sale de su estado de aletargamiento.

Además era malum malum, lo que significa que con sus fluidos nasales iba atrapando a inocentes familiares, compañeros de trabajo e incluso algún vecino, y convirtiéndolos en otros zombies como él. Se prevé que, de seguir a este ritmo, para 2011 habrá transformado a la mitad de la población...

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